Rosangela salió de su casa en Santa Eduvigis, al sur de Valencia, para comprar algo para el almuerzo, así que acudió a una bodega cercana. También aprovecharía de llevarse algo «rico» que le provocara, pero el piso del establecimiento terminó siendo una sala de parto, toda vez que diera a luz en el lugar.
Era más o menos el mediodía de este lunes cuando la mujer llegó a la bodega y de pronto comenzaron fuertes dolores de parto. Por supuesto que ni siquiera esperaba traer a su bebé al mundo entre sacos de hortalizas, pero así fue. Otros clientes comenzaron a apoyarla y desesperados empezaron a pedir ayuda.
Un vecino que presenciaba la escena, y que antes también había visto que por la comunidad estaba una comisión de Protección Civil y bomberos monitoreando las zonas debido a las constantes lluvias, corrió hacia los funcionarios para avisarles que una mujer estaba a punto de «parir».
Con la urgencia del caso, los efectivos corrieron hacia la bodega para ayudar a la parturienta durante su labor. A los pocos minutos se escuchó el llanto y alguien que decía: ¡Es una niña! Se la pusieron en el pecho y la recién nacida comenzó a succionar para alimentarse. Fue una escena de preocupación y felicidad a la vez.
Tan pronto como pudieron, la subieron a una ambulancia y se la llevaron, junto a la bebé, hacia la Maternidad del Sur, donde serían atendidas por el personal de guardia. Debido a las circunstancias del nacimiento, ambas serían sometidas a varios exámenes médicos antes de ser dadas de alta.