Algunos vecinos en Aguirre coinciden en algo: «Ese hombre no tiene perdón de Dios». Se refieren a Jonathan Jehozmar Palacios Tovar, el sujeto que planificó el robo que terminó con el asesinato de su madre y hermana. Y no solo eso sino que anteriormente ya había tratado de envenenarlas. «Menos mal ya está preso, aunque quién sabe cuánto durará».
La conducta de Jonathan, al parecer, nunca había sido la más intachable. En ocasiones entraba a la casa de su madre a hurtar cosas para luego venderlas y lucrarse ilícitamente. También, en una oportunidad intentó envenenarlas, reseñó el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), comisario general Douglas Rico.
El pasado sábado 17 de septiembre, Marta Tovar (53) y su hija Ashley Leal Tovar (22) habían estado compartiendo una amena celebración a la que habían sido invitadas. Se divirtieron, rieron, hasta que llegó la hora de irse a casa. Por supuesto, que nunca pensaron lo que les esperaba en su propio hogar. Jonathan junto a un sujeto de nombre Jesús Antonio Piamo Pilido (19), apodado «Gatico» estaba dentro buscando joyas y un dinero en dólares que su madre había estado ahorrando.
Resultó que Jonathan se fue para que no lo vieran, pero cuando «Gatico» salía fue descubierto por Ashley y le disparó. Marta, al escuchar los disparos corrió a ver qué había ocurrido, porque temía por su hija, pero el delincuente también accionó el arma en contra de ella y la asesinó. Entonces, Jonathan llegó a su rescate en una moto y ambos huyeron.
Al rato, Jonathan regresó a la casa, ubicada en el callejón El Reposo de Aguirre, haciendo creer que no sabía nada de lo que había ocurrido y, por el contrario, se hizo el sorprendido al encontrar los cadáveres baleados, pero su coartada se cayó poco después cuando los detectives del Cicpc lo dejaron al descubierto y lo detuvieron por su presunta participación en los homicidios.
Sobre «Gatico» se sabe que aún está siendo buscado por las autoridades. La moto que usaron fue decomisada.